Todas
nuestras vidas empezaron con el afecto humano como primer soporte. Los
niños que crecen envueltos en afecto, sonríen más y son más amables.
Generalmente son más equilibrados.
Dalai Lama.
Apuesto por la educación de las emociones y de los valores, creo en el ejemplo más que en la instrucción, en la comunicación por encima de cualquier otro recurso. Hagamos equipo en esta labor y apostemos fuerte por las personas que pueden cambiar este mundo, prepararlos bien para lo que les va a tocar vivir, que lamentablemente no parece nada fácil. Os invito a seguir mi blog, sin más pretensiones que añadir un granito de arena en este empeño.
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